miércoles, enero 04, 2012

Juanito y el Lobo

Derepente el sol me amaneció de manera estridente. Los parpados saltaron de sus pegamentos naturales, produciendo un estruendo en mi cerebro. Había pasado la noche bebiendo, un conjunto de lagrimas atiborradas de sarro bil y macanudo, que esperando la madrugada quedaba taciturno sin demostrar otro gesto que el de un espejo que no tiene reflejo. Bah, si de reflejos hablamos, mi mente estaba cristalizada de estos, formando un circulo circense, o de una feria gitana en algún pueblucho del medievo.
Aterrorizado aterrisé en mi cama, con la mirada sin calma, desprendida en el techo cayendo de manera poco sublime en la realidad y esperando que pasen las horas y el tiempo borre mis ideas de manera precos. La espera me ataba y los libros de mi vida colapsaban en menos de 3 años. ¿Cómo alguien podría acomodar toda esa basofia?.
Pude bajar mis pies que temblaban de ese delirium tremens de pensamiento, absorto en mis movimientos pude divisar un vaso con algua caliente, más bien temperatura ambiente. Disfrute esas dos gotas del fondo, y empape mis labios que volvieron secarse como mi malla al salir de la playa.
Pude sentarme en mi ventana, los balcones son mi preferencia, pero mi ventana era mi ventana, y mis balcones no eran ya que nunca tuve uno. Encendí un cigarro, aposté al destino y como un gran desatino llego tu pensamiento, sin miramientos era más inteligente que el mio, de no haber ocurrido no hubiera continuado de esta forma. Literalmente, y sin arruinar la norma, desprendí en cuerpo y forma mi atención en lo que yo estaba haciendo. Empecé a palpitar de manera estúpida, esperando leer lo que ya sabía que ocurriría.
Luego de descifrar los pasajes de tu mente... ¡DETENTE!, nuevamente digo y pido mil disculpas, que ya sabía lo que ocurriría, me preparo para entender tus pensamientos, y como si me estuvieras narrando la del juanito y el lobo yo seguía creyendo de todas maneras. Ya había recibido tus engaños y me deje arrastrar como la marea al mar, esperando salvar siempre cualquier situación ocurrente en la que tus mañas no se repitan o las mias sean inteligentes.
Postergar mi corazón, ahí estaba la razón en mi corazón. Auto postergarse y dejarse morir... ¡CLARO! no es algo suicida, sino, dejar de sentir... A eso me refiero con dejarlo morir, que no sienta y que solo bombee, ir y venir sin que nada me maree, caminar respetando los semaforos y doblando en cada esquina en la cual las luces rojas inoportunas me frenan. Derecho como una alma en pena, pero sin sentir esa picazón de corazón. 
Y vuelvo a revisar sus pupilas, para encontrar la mentira que escondias. Como dando vueltas intentaba desprenderse de un "Mil disculpas", que mala suerte. Y vuelvo a atravesar sus pestañas. Sabiendo de tus faltas impertinentemente contestabas derepente con otros gestos y movimientos mas absurdos, dejando terminar mi pucho de manera brutal.
Lo apagué y despues de este viraje, comprendi lo que significaba mi viaje... Era uno con destino estúpido, y otro con destino correcto. Que dos paralelas no logren chocar sería el advenimiento de un buen presagio. Mesclando mis sueños de estrella, con mis sueños de estrellado. Dos polos opuestos, paralelos e inciertos.
Y me da verguenza que alguien se entere de las faltas agenas, y no de mis faltas... Soy un estúpido intentando comprender la realidad de mi vida, que no es grave pero siempre me arriba, me aterroriza y me destroza.
Vuelvo a la cama inquieto y tranquilo, ya sabiendo que todo lo esperado había sucedido. Duermo como un enfermo con su suero pinchado, el calor que vuelve a pegar mis parpados, para mañana despertar y soñar con que no vuelva a pasar.

Musiqué