La alma (Digo "la alma" porque es mujer, femenina, delicada, hermosa y eterna por siempre) deja su estela. Como quien dice, un perfume; perfume de mujer, de niño.
Sin importar edad, fin, principios, la alma es pura si no se corrompe, no se obscena y se manosea.
Ella es la que queda, ama en realidad, desarma, desnuda; marca en el camino y el cambio.
Tiene el poder de controlar nuestro ser, como también descontrolarlo.
Nuestra alma es la que se nace, no cambia, siempre es y será. De nosotros es la culpa si no la aprovechamos y hacemos creer que su existencia es ínfima.
Ella esta, se acomoda a nuestros cambios, se adapta como plastilina verde, pero siempre, siempre va a tener su esencia, en el centro está, y eso no va a cambiar nunca. Ni en la muerte muere.. ella es vida, vive, existe.
Ella fue parte de un todo mágico, donde lo común e igual perdura y lo seguirá haciendo.
Luego se particionó, como las células, pequeñas energías parte de un gran envase; y seguirán dividiendose ellas, las almas.. Es por eso que algunas son mas débiles..
Si queremos ubicarlas (aunque no soy quien para ponerlas en un sitio..) ¡Como duele el pecho cuando la angustia invade!.
Otros me dijeron que ella se desparrama por el cuerpo, y es una neblina constante, como en Londres.
Cuando decidimos cambiar, ella es una neblina con nube, nube esponjosa y atormentada, con relámpagos internos, lluvia.
Cuando se calma, ella parece un espejo, la leve llovizna crea lagos paralelos que reflejan.. Es en ese momento que los cambios fueron finalizados.
Y, ¡Que hablar de las almas gemelas!, son esas almas que unidas, pueden con todo, destruyen y construyen, para crear en base de una base nueva, fortificada. La forma más cercana para poder ponerle imagen a esta situación es cuando dos brasos (ajenos) se toman hasta arriba del codo, el uno con el otro, sujetándose fuerte, bien fuerte, sin lastimar, pero apretando.
Todo lo demás puede estar helado, pero acá reina el calor, el calor la armonía del caos; una propia religión sin líder, mas que uno (lo de adentro) y otro.
Adjudicarle el perfume de nuestro cuerpo al alma, es una cosa tan necesaria.. Pero esto no es fácil, nuestro aroma, olor, es casi inencontrable en medio de tantos mareos.
Nunca tuve uno, pero esos viajes donde el cuerpo choca con la naturaleza creo son la solución. Esos de los que hablan los budista, aunque la India no sea el único lugar donde realizarlo.
La soledad nos hace mierda, nos lastima y desespera.. Pero esto, ¿No es la reacción al cagaso de encontrarse con nuestro M"algo" mas fuerte que el envase?.
Si somos fuertes y superamos este momento, llegaríamos al maximun. (Principio de Caos-Destrucción/Orden-Construcción)
