Poema para un infiltrado domingo asustado.

Adelante, que pase el Elefante.
Adelante, que pase la tortuga.
La siguiente, ¡Uste! ¿es la oruga?

Aquí, pase la perra
Siga usted gaturra
¿Quien es este estridente?
Soy la Hiena indulgente.

¿Pues la hieena indulgente...
siempre a sido tan insolente?

Hiena! Soy Hiena!
Soy una hieeeeeeeena! que te mira te alumbra te asusta te lustra.
¡hieeena! que te implora te adora te llora y te roba.
¡Hay que peeeeeeeeena! que tu prima mi hermana la tia la tana
¡peeeeeeena! a-ni-qui.len a la hieeeeeeeeeena!
¡Hay que peeeeena! Condenan a la Hieeeeeena!
¡No es una ameeeeeba! ¡Ella es la Hieeeeena!
¡No es una anteeeeena! ¡Es felina y perra!

No sube a nuestro Barco,
La tortuga está aguardo.
Y la oruga, sin embargo
Llegó, pese a su letargo

No es asi como con las hienas
Que de ser tan pedig:ueñas
Han desistido a bajarse
Han asistido a morirse.

Ahí va la segunda!

Algo no permite fusionarnos,
como dos cables pelados
Cada vez que nos acercamos
explotamos, aleteamos y volamos.


Sin quererlo fue otra despedida
vos por tu parte y yo por la mía
Aunque las flores ocultaron tanto herrumbre
no pudieron sostener el inminente derrumbe.


El vidrio ni es de una ventana
miro a través de los cables
esperando a que me hables
veo alejarte en una dimensión lejana.


¿Sera que somos tan recurrentes?
¿Tan poco táctiles y originales?
Será que ya paso mil veces
tan insistentes y permanentes.

Te pienso, o mi cabeza lo hace
Busco cura o solución
pero ante tal desilusión
la estela de una cerveza nace.

Ya no se que es mas importante
Si tu ser, el cosmos o el arte.
Tu razón es legítima y perdurable
Mis razones caducaron inalcanzables.

Tu figura fue desautorizada
puesta en riesgo, amortiguada
se secó y fue vaciada.
¡Por fin! puedo decir: humanizada.

No te extraño a vos,
Extraño lo que fue y pudo ser
Lo que pasó y vivimos
Pero todo se logró perder.


Sin quererlo fue otra despedida
vos por tu parte y yo por la mía
Aunque las flores ocultaron tanto herrumbre
no pudieron sostener el inminente derrumbe.