La sensibilidad como Don

No se nace, se hace. No se dice, se hace. No se deshace, se hace. No se corrompe, se hace. No se escupe, se hace. No se maltrata, se hace.

Esta, por la que lloramos, la que nos esponjéa, nos zamarrea, nos viola, desarma y vuelve armar.

La que carece de rigides, comprede, aprende, acepta, entiende.

Es ella la que baila, ríe, juega, canta. La caprichosa que enamora y se enamora, de tu risa, tus ojos, tus dientes, tus mocos, tu cera, pedos, eruptos y todo esa mierda que te hace como persona, como gente, o no tan gente.

Ella te hace aceptable, te hace humano, te hace bien y hace bien a los demás.

No te hace más mujer, ni mas hombre, te hace.

Hace que hagas, hace que se haga, se hace.