sábado, enero 25, 2014

Ser Actor

El actor creador, disposición para el trabajo. El actor/productor, El actor: persona; la persona como ser social. Entrenamiento de la persona, el actor uno mismo. La herramienta es uno mismo. Mas allá de las palabras y el como suene, el actor es uno, lo lleva consigo mismo, es un rol social, es una bandera que uno lleva consigo. El actor es el karma de un artista que trabaja con su propio cuerpo, interpone sus emociones y entrena la sensibilidad. Eso lo lleva consigo mismo de acá para allá, ahora y siempre. Concientización de el cuerpo, de su propio cuerpo. El fuego, el riesgo, el control. El control como arma de doble filo:Se entrena de una y otra manera, se lo aprende y luego se lo aprehende, se lleva con uno mismo. El control como técnica teatral, vorágine interna hacia el exterior. Cuando el control es aprehendido, uno debe controlar el control, por el propio bien de uno mismo. El cuerpo es interlocutor, es expresión. El actor es sensible, y el actor entrenado en estos días lleva consigo sensibilidad no solo física, sino también psicológica. La psicología como otro juego de los cuerpos nuestros, jugar con las emociones, con la psiquis, jugar con uno mismo. Ser uno juguete de uno mismo, y por favor, poder controlarlo. Estar recreando, representando, y luego viviendo sin más cosas que no son reales, pero están sucediendo: una parodia de la vida misma, el sueño dentro del sueño, la creación y presentación de lo imposible, lo real, lo secreto; lo que no ve el espectador, ese que se agasaja viendo danzar en la cuerda floja al artista, ese que desde la comodidad de la butaca puede llegar a saltar al vacío y tener la seguridad de salir, comentarlo, reírlo, llorarlo, ser catarsis del otro, el espectador que no participa fielmente, que es víctima de un hecho económico. Ese secreto, al que el espectador no esta invitado, ese secreto que pertenece a el y los actores, ese secreto que sucede como una intimidad colectiva, el actor sabe el secreto de los ensayos, de la practica, de la prueba y el error, ese secreto genuino mucho más valioso que el espectáculo conformado, ese por el cual ella y el pagan. El actor y la ruleta rusa, un arma cargada que si es controlada nunca se podrá ver su néctar, su energía vital, su potencia creativa y su capacidad de destruir, avasallar, desarmar, y contagiar a los espectadores, un arma carga que si no es controlada puede violar al espectador en toda forma, violarlo a el pero no sin antes haber sido auto violado. La perversión  del Ser Actor, del Ser Artista (aunque desconozco la profundidad que los otros artistas son intervenidos por su propio arte). El actor como el creador más audaz, el que hace y nada queda, el efímero, el inexistente, el fabulador, el que vende lo que no tiene y la única manera de venderlo es quien se lo cree. El que es esto y aquello, el que tiene conducta física y psiquica, el que trabaja las 24hs del día, el que no descansa, el actor quien es víctima de su profesión, víctima sensible, el actor cual hibrido cual despersonificado, el actor que ya no es actor sino que es el mismo, el que elimina su propia división entre persona y actor, y es un Ser, un ser que se expresa, no solo en el escenario (como sitio convención) ese que se olvida de la división entre el aquí y el allá, ese que entiende el mundo como un gran montaje, como un enorme show, como un descomunal espectáculo, donde el escenario es la calle, la casa, el auto, el colectivo, la institución... Donde el no escenario es un mundo mágico, una tribu extraña y alejada, donde lo más raro es lo más real y lo más alejado es lo mas esperanzador. Ese actor que entiende lo ficcional que es la vida, el montículo de mentiras que construyeron y alimentan, y nos insertan. Ese actor que desea arrancar los telones, arrancar bigotes, arrancar borsegos, zapatos, pantalones, camisas, corbatas, arrancar todo y desnudar el mundo, Ese actor que te quiere invitar a presenciar los ensayos, ese gran secreto universal, ese ensayo de la vida. todos los días estamos practicando, ensayando, creciendo, más más y más, ese actor que te invita a ser todos partes del secreto universal. Ese secreto único, vital, ese actor que milita de raíz. No, no hablo de la militancia política general, esa plana de la cual hablamos todos, yo hablo de la otra militancia. Esa militancia alejada, esa que sabe donde nace el problema, esa que sabe adaptarse a la neurosis, no controlarla. Dejar de controlar, o controlarlo del todo. El actor joven, el pequeño actor, ese que caminó sus propios pasos de sensible, que se auto habilito, que se dio masa y manija. Ese actor que por su corta edad no supo adentrarse en el mundo, en las reglas "reales" que implantan. Ese que replantea cada situación, ese que confía en la palabra, en las voces, en los estímulos. Ese que sabe reconocer estímulos, ese actor joven, que entiende la vida en muchos otros planos de los cuales no conocemos, no podemos ponerles nombre y claramente no controlamos. Ese actor joven que ve la vida en otros planos, que ve lo que no está explicito, ese que teme, tiene miedo. Ese que no sabe porque es actor, no sabe porque decidió ser tan egocéntrico como para poder manipularse y manipular. El actor como un magnate "hippie" o saludable, como un gran titiritero de su propio cuerpo y el de los demás. Ese actor joven que siente la potencia en el pecho, ese que se pregunta si soltar o seguir reteniendo (con el peligro de la metástasis)... Ese actor joven que ya está en el baile, ese que si se lo plantea sabe que no hay vuelta atrás. Ese actor que le enseñaron durante mas de la mitad de su vida a soltar, a liberar a dejar ser. Ese que estipula con lo que viene pero realmente lo desconoce, no sabe como controlarlo o controlarse. No sabe porque no puede o no quiere, creo que no importa. La respuesta está dada y cada vez se siente más el punto de liberación. Una puerta llena de luz quiere abrirse e iluminar toda la oscuridad, todos los temores ¡VUELAN! ¡CORRAN Y DISPERSENSE FANTASMAS! Ya se que volverán, que nos volveremos a encontrar. Pero ante todo seguir siendo el que soy, el que fui y el que seré, seguir seguir siendo, estando. ¡Cuanto aquí y ahora!, Nunca me sentí tan aquí y ahora como en estos tiempos, pero ese aquí y ahora debe ser generoso, un aquí y ahora vital y colectivo... No individual. La humildad y el actor: Opuestos, la lucha de internos en la vida misma. Ser humilde y ser actor parecen no ir de la mano, son fomentadores del desequilibrio, El ego y el actor van hacia un mismo lado, son protectores del cuerpo. Qué hacer cuando el entrenamiento de tantos años comienza a pasar por el cuerpo, a caer, y uno lo siente, todo junto, de golpe en unos díasCambios, paradigmas, el teatro me queda chico, mi cuerpo exige arraigar, mi cerebro pide un ancla. Paz. Equilibrio, es la respuesta. Otras maneras otras formas, cortar con la inercia.Ese actor joven, que sin quererlo fue víctima de que comiencen a cumplirse sus sueños, ese que siempre deseó ser eficiente, ese que le enseñaron ser eficiente. Ese actor joven y cumplidor, ese que tiene tantos beneficios, ese actor joven que ahora cosecha lo que fue sembrando y ayudaron a sembrar. Ese actor joven que encuentra en la cosecha muchas otras dudas, y preguntas, ese actor joven que soy yo.

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